A primera vista puede parecer que estamos ante una novela que engancha ya desde el primer episodio, pero a medida que avanzamos en su lectura la obra nos va descubriendo sus muchas caras ocultas. Como, por ejemplo, todo un ensayo filosófico que pretende dar respuesta a las clásicas preguntas acerca de quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos, así como otro ensayo, esta vez literario, que desarrolla y justifica la propuesta de una nueva estructura poética.
Todo el libro está plagado de símbolos y alegorías, siendo en sí mismo una alegoría que puede leerse a la manera tradicional, de principio a fin, o hacer una lectura por episodios, siguiendo el hilo de los personajes, lo que permitirá al lector diferentes perspectivas de la misma historia. Además, en sus tres capítulos ejemplifica y desarrolla los procesos de Evolucionar, Integrar y Trascender, básicos en Telogía, una propuesta del autor para entender el mundo y sus procesos.