En nuestra cultura, las imágenes de lo femenino no son un mero reflejo de las ideas dominantes sobre la identidad y el lugar social de la mujer; son, por el contrario, parte de un proceso de creación de la identidad o, más bien, de una pugna entre la imposición externa de una identidad y la búsqueda subjetiva de esa misma identidad. Rastrear el proceso de creación, difusión y recepción de las representaciones de la mujer en el arte nos permite entender cómo se han construido las ideas de lo femenino que asumimos hoy en día. Para construir una crítica o una alternativa al discurso dominante es preciso, antes que nada, comprender tanto el origen de sus mitos como el porqué de su hegemonia. Con este fin, las contribuciones del presente libro exploran, desde diversas perspectivas, diferentes aspectos y momentos de la representación de la mujer en el arte occidental, desde la Modernidad haste el presente, desde los ejemplos más señeros hasta aquellos todavía poco investigados, ayundándonos a comprender mejor las imágenes que dan forma a nuestra visión del mundo.