A finales de 1916, en el fragor de la Primera Guerra Mundia, Trostky es expulsado de Francia a la neutral España por sus ideas pacifistas. De su estancia en el país hasta principios de 1917 resultó esta narración en forma de diario: Madrid, Cádiz, Barcelona; trenes, cárceles, museos y cafés; glorias pasadas y miserias recientes; policías, políticos, buscavidas y trabajadores... retratados con fina ironía, extraordinaria agudeza y sorprendente actualidad.