La huida y el exilio marcaron el siglo xx y siguen siendo dos de lasexperiencias fundamentales de nuestro tiempo. Son millones los sereshumanos que se ven obligados a abandonar el país donde nacieron parabuscar otra vida en otro lugar. Pero esa experiencia, dolorosa ytraumática en muchos casos, puede generar también el espacio de unrenacer. Marta Marín-D.mine, a partir de la figura de su padre,niño-soldado en los últimos meses de la guerra civil española, y de su exilio obligado por la derrota, reflexiona sobre el desarraigo y elno ser de ninguna parte; sobre de qué manera nos modelan los pasadosviolentos, no solo a quienes los viven sino también a quienes losheredan; y hasta qué punto la memoria familiar y colectiva nosconforma. Es este un libro sabio y conmovedor. Un homenaje al padre ya tantas vidas nómadas a las que la autora sigue a la vez que a lasuya propia hasta alcanzar una verdad desconcertante: que es en losrecuerdos de los otros -en aquello que llamamos memoria- donde enverdad residimos.