Evitar el deterioro mediante las técnicas de conservación preventiva debe ser la prioridad en toda colección, pero si el grado de deterioro de un objeto documental es tal que el acceso a la información se dificulta por la debilidad del soporte y la manipulación pone en peligro la integridad del objeto, hay que intervenir. En el caso de un documento suelto de archivo, un simple montaje puede permitir una manipulación segura.