Si Shakespeare, y Lope, fundaron el teatro moderno, rompiendo la rígida preceptiva del clasicismo, Ramón María del Valle-Inclán es, sin duda, el creador del teatro contemporáneo. Con su innovador esperpento subvirtió los códigos de la dramaturgia (realista y simbolista) y, de la mano de las vanguardias, a las que supo adelantarse en no pocos aspectos, e inspirado por las tímidas tecnologías audiovisuales que se abrían paso con el nuevo siglo, protagonizó una auténtica revolución del espectáculo. Nuevo.