El Franquismo instauró un implacable método para reconvertir a loshijos de los rojos en adeptos al Régimen: arrancó a los niños de losbrazos de sus madres, se los entregó a familias bien avenidas y lescambió la filiación, borrando sus huellas para que nunca reconocieransus raíces. Con el devenir de los años, esta abominable prácticaderivó en un mercadeo sin escrúpulos de recién nacidos en el que sevieron implicados sanitarios y religiosos. Solo en la provincia deHuelva hay más de 200 familias víctimas de aquella trama. Quien piense que el asunto es solo cosa del pasado se equivoca. Una de lasdenuncias onubenses se refiere a un bebé nacido en 2001. El escándalosigue pendiente de una respuesta judicial que restituya los derechosde los menores y de sus ascendientes. Este es el relato periodísticodel calvario de decenas de padres y hermanos, pero también de laindecencia de un sistema que rompió sus familias y que sigue sinofrecerles una respuesta a la mayor de las injusticias.