Son médico, residente, enfermera, cuidadora, camillero, pero tambiénesteticista, música, lectora...
En el hospital, uno trasotro, toman la palabra para contar sus encuentros con los pacientes ylas familias que les han dejado huella, los lazos sutiles que hananudado con ellos, los dilemas a los que han debido enfrentarse. Conpequeñas pinceladas describen su vida cotidiana al cuidado de loscuerpos, sin olvidar las almas, de aquellos que les son confiados enel seno de esta unidad diferente de las demás. Ya que se trata decuidados paliativos: los enfermos, aquí, no se curan, y quienes cuidan de ellos deben esforzarse en encontrar no la distancia ideal, sino la presencia ideal a su lado. Ellos tienen esta vocación singular:aliviar a quienes parten, consolar a quienes se quedan. Tratando conla muerte de muy cerca, Eduardo Berti alcanza, con una sobriedadejemplar, a decir qué es la vida. Y ofrece, con este vibrante homenaje a los cuidadores, un magnífico retrato de la condición humana.
Nacido en Buenos Aires en 1964, Eduardo Berti vive enBurdeos. "Una presencia ideal" es el fruto de una r