Los algoritmos seleccionan candidatos, organizan los horarios, dan instrucciones, vigilan y controlan el trabajo, evalúan el desempeño y recompensan o despiden trabajadores. En esta obra se analizan y ejemplifican estos usos y sus consecuencias. En este sentido, se defiende que la dirección algorítmica está alterando el equilibrio interno del contrato de trabajo. El uso de tecnologías para vigilar y controlar a los trabajadores cada vez se aleja más del espíritu original de garantizar que los trabajadores cumplen sus obligaciones, para pasar a manejarse de forma mucho más agresiva. La regulación actual pensada para un uso defensivo de la tecnología se muestra claramente insuficiente para proteger a las personas trabajadoras del actual uso ofensivo de los algoritmos. Así, se expone cómo el uso extractivo de ciertas tecnologías está debilitando el poder de negociación de los trabajadores y reduciendo la posibilidad efectiva de ejercicio de sus derechos, que se concreta en; 1) un aumento de la discriminación; 2) un incremento en la intensidad del trabajo que pone en riesgo su salud física y psicológica; 3) redu