En este libro libérrimo, por más que la métrica, el silabeo, sean elpan y el vino de cada día, que apunta a Vicente Araguas como poetaimprescindible en el ámbito de una poesía, la española, poco dada amirar hacia afuera, inmersa en un obliguismo rutinario, donde el«omphalós» ni siquiera tiene la música del poema del maestro SeamusHeaney. Otro escritor, poeta en este caso, donde Vicente Araguassiente reconocimiento y estímulo. Traductor del portugués, reciente la antología Sombras de porcelana brava, de poetas lusas, a él debida,Vicente Araguas proyecta con amor su mirada hacia el país vecino. Dedonde la idea de este libro, lírico pero entreverado de épica, enpuridad un poema solo, aunque compuesto por secuencias que unificadascomponen un volumen singular donde la historia no solo es lo que essino lo que pudo haber sido. Y no otra cosa quiere la poesíaauténtica. Esta lo es.