Federico García Lorca consideraba al teatro como «una escuela dellanto y de risa, y la tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas o equívocas, y explicar con ejemplos vivosnormas eternas del corazón y del sentimiento del hombre». Es por loque merece la pena en este volumen centrar nuestra atención en estamodalidad cultural cuya larga trayectoria ha iluminado conciencias yha permitido solazarse y divertirse. He querido examinar los rumbospor donde transita el teatro en la actualidad, en nuestro siglo XXI,teniendo en cuenta tanto textos como representaciones (el teatrollevado a las tablas, en vivo, es otro arte diferente del textoliterario dramático) a través de cuatro apartados y dos apéndiceslorquianos?