Durante la pandemia, cada cual gestionó los meses de confinamiento lo mejor que pudo. Unai Sordo, entre conexiones telemáticas sobre ERTE y otras urgencias, se entregó a la lectura y a escribir historias que tenían que ver con vivencias propias o de gente conocida, luchas sindicales con nombres y apellidos, aunque alterados para proteger su identidad. Pero también altas dosis de imaginación, humor e ironía, de habilidosas tramas que atrapan la atención desde las primeras líneas. Lo que estos relatos narran podría ser real, y precisamente por ello no todos tienen un final feliz. Son narraciones de oficio porque respiran la ocupación y preocupación del autor por el ámbito laboral, por los derechos individuales y colectivos, por el atropello de una globalización sin límites frente a los logros obtenidos tras décadas de lucha social y sindical. Unai Sordo es secretario general de Comisiones Obreras. Graduado social por la UPV-EHU, trabajó en el sector de la industria de la madera antes de incorporarse con responsabilidad al sindicato. Fue elegido secretario general de CCOO Euskadi en enero de 2009 y secretario g