Al autor, la demoníaca pandemia le arrebató a un gran amigo. Tras esapérdida sintió que algo conducía su mano, empujándole a escribir losdesconcertantes sentimientos y mareas de confusión que, como tantos,tuvo que soportar.
El resultado es un relatorepleto de magia, de desconcierto, de tensión, que destila comprensión del ser humano y rebosa sensibilidad; escrito sin reproches. Unalección que envía quien tras la terrible experiencia se reencontró con la dulzura y el auténtico sabor de la vida.
¿Cómoha reaccionado tu espíritu como víctima grave de la trágica pandemiaque todos hemos vivido? Este es un viaje que muchos, en ese estado desomnolencia provocada en el que nos hemos visto sumidos, vivimos en la soledad del silencio.