Una helada mañana de enero de 2006, un fotógrafo hace un descubrimiento aterrador: en el pequeño pueblo de Hesjovallen aparecen brutalmente asesinadas diecinueve personas. Ante semejante atrocidad, la policía sospecha que puede tratarse de la obra de un perturbado. Sin embargo, la jueza Birgitta Roslin, en Helsingborg, al leer el suceso se entera de que entre las víctimas se encontraban los padres adoptivos de su madre, August y Britta Andrén; cuando busca más información, descubre que también en Nevada, Estados Unidos, ha muerto asesinada una familia apellidada Andrén. En sus investigaciones, Birgitta viaja hasta Pekín, donde se verá involucrada de pronto en la cruenta lucha de poderes dentro del Partido Comunista Chino. Entretanto, Birgitta es sometida a una implacable persecución que la pone en grave peligro. Así arranca El chino, una novela trepidante de Henning Mankell que sitúa a los lectores no sólo en la Suecia y la China actuales, sino también en escenarios que, en el siglo XIX, fueron testigos de grandes dramas.