El jefe de estación de tren de Montseny lleva añoscustodiándola.
Con 54 años, divorciado y sin hijos, siempre lequedó la tristeza de
no tener descendencia, y cada cierto tiempo,coincidiendo con
ciertas estaciones del año, su melancolía vuelve a acentuarse.
Aunque amable, y comunicativo, y que conoce a bastante gente
de Palautordera, es un ser solitario.
Cada cierto tiempo, la escuela del pueblo organiza salidas culturales
en tren para sus alumnos. Él vigila a los niños y les dice cosas
amables;especialmente a uno, Armand, con el que habla más y al
que hacogido especial cariño.
Un día que los niños, vigilados por el jefe de estación de tren y las
profesoras, juegan en el andén mientrasesperan un tren que los
lleve a la ciudad, ocurre un desgraciadoaccidente?