La evolución de la tecnología y la expansión de Internet ha configurado complejos espacios cibernéticos que nos ofrecen múltiples ventajas, las cuales se presentan como oportunidades para los delincuentes. En este sentido, el ciberespacio se ha consolidado como un entorno que favorece múltiples actividades cotidianas, pero también como un contexto en el que se cometen ciberdelitos graves y complejos que atentan contra los servicios esenciales de los Estados o que pueden comprometer múltiples bienes jurídicos; entre los que podemos encontrar la vida, la integridad física, etc. De igual modo, las características del ciberespacio se presentan a los operadores jurídicos como obstáculos que dificultan la investigación y la represión de la ciberdelincuencia. Sin embargo, la evolución tecnológica también está siendo utilizada por las autoridades policiales y judiciales para subsanar las barreras tecnológicas existentes. En este sentido se han ido regulando las diligencias de investigación tecnológicas, habiéndose extendido la utilización de algunas de ellas, a nivel nacional e internacional, e incluso habiéndose co