EL SUICIDIO

EL SUICIDIO

DURKHEIM, ÉMILE

22,00 €
IVA incluido
Editorial:
AKAL
Año de edición:
2012
Materia
Sociología
ISBN:
978-84-460-3502-2
Páginas:
352
Encuadernación:
Rustica (tapa blanda)
Colección:
Universitaria
22,00 €
IVA incluido

PRÓLOGO

INTRODUCCIÓN

I. Necesidad de delimitar, por medio de una definición objetiva, el objeto de la investigación. Definición objetiva del suicidio. Cómo previene las exclusiones arbitrarias y las aproximaciones engañosas; eliminación de los suicidios de animales; relaciones del suicidio con las formas ordinarias de la conducta

II. Diferencia entre el suicidio considerado como algo individual y el suicidio como fenómeno colectivo. Tasa social de suicidios; su definición. Su constancia y su especificación, superiores a las de la mortalidad general. La tasa social de suicidios es, un fenómeno sui generis que constituye el objeto del presente estudio. Divisiones de la obra.


LIBRO I
LOS FACTORES EXTRASOCIALES

I. EL SUICIDIO Y LOS ESTADOS PSICOPÁTICOS

Principales factores extrasociales, susceptibles de influir sobre la tasa social de suicidios; tendencias individuales lo suficientemente generales; estados del medio físico

I. Teoría según la cual el suicidio sólo es una consecuencia de la locura. Dos formas de demostrarla: 1.°, el suicidio es una monomanía sui géneris; 2.°, es un síntoma de locura, que no se encuentra en otra parte.

II. ¿Es una monomanía el suicidio? Ya no se admite la existencia de monomanías. Razones clínicas y psicológicas contrarias a esta hipótesis.

III. ¿Es el suicidio un episodio específico de locura? Reducción de todos los suicidios vesánicos a cuatro tipos. Existencia de suicidios razonables que no entran en estas categorías.

IV. El suicidio, sin ser un acto de locura, ¿dependerá estrechamente de la neurastenia? Razones que hay para creer que el neurasténico es el tipo psicológico más general en los suicidas. Queda por determinar la influencia de esta enfermedad individual sobre la tasa de suicidios. Formas de determinarla: investigar si el porcentaje de suicidios varía como el de la locura. Ausencia de toda relación en la forma en que ambos fenómenos varían con el sexo, la confesión religiosa, la edad, los países, el grado de civilización. Qué explica esta ausencia de relaciones: indeterminación de los efectos de la neurastenia.

V. ¿Tendrá relaciones más directas con la tasa de alcoholismo? Comparación de la distribución geográfica de la embriaguez, la locura alcohólica y el consumo del alcohol. Resultados negativos de la comparación.



II. EL SUICIDIO Y LOS ESTADOS PSICOLÓGICOS NORMALES: LA RAZA LA HERENCIA

I. Necesidad de definir la raza. No puede ser definida más que como un tipo hereditario, en cuyo caso la palabra adquiere un sentido indeterminado. De donde se deduce la necesidad de una gran discreción.

II. Las tres grandes razas de Morselli. Gran diversidad de tendencia al suicidio entre los eslavos, los celtarromanos y las naciones germánicas. Los alemanes sólo tienen una inclinación al suicidio regularmente intensa, pero la pierden fuera de Alemania. De la pretendida relación entre el suicidio y la talla; resultado de una coincidencia.

III. La raza no puede ser un factor de suicidio, más que si este es esencialmente hereditario; insuficiencia de pruebas a favor de esta herencia: 1.º La frecuencia relativa de los casos imputables a la herencia es desconocida; 2.º Posibilidad de otra explicación; influencia de la locura y la imitación. Razones contrarias a esta herencia especial: 1.º ¿Por qué se transmitiría menos a la mujer el suicidio? 2.º La forma en que evoluciona el suicidio con la edad es incompatible con esta hipótesis.


III. EL SUICIDIO Y LOS FACTORES CÓSMICOS

I. El clima no ejerce influencia alguna.

II. La temperatura. Variaciones del suicidio según las estaciones; su generalidad. Cómo explica la escuela italiana la relación con la temperatura.

III. Esta teoría se basa en una concepción discutible del suicidio. Examen de los hechos; la influencia del calor o el frío anormales no prueba nada: ausencia de relaciones entre la tasa de suicidios y la temperatura de las estaciones y las nieves; el suicidio es raro en gran número de países cálidos. Hipótesis según la cual los primeros calores son los que resultarían nocivos. Incompatible: 1°, con la continuidad de la curva de suicidios en el ascenso y el descenso; 2°, con el hecho de que los primeros fríos, que deberían tener el mismo efecto, parecen inofensivos.

IV. Naturaleza de las causas de las que dependen esas variaciones. Paralelismo perfecto entre las variaciones mensuales del suicidio y las de la longitud de los días, confirmado por el hecho de que los suicidios tienen lugar sobre todo de día. Razón de este paralelismo: durante el día, la vida social está en plena actividad. Explicación confirmada por el hecho de que el suicidio es mayor en los días y en las horas de máxima actividad social. Cómo se explican las variaciones del suicidio según la estación; diversas pruebas confirmatorias. Las variaciones mensuales del suicidio dependen de causas sociales.


IV. LA IMITACIÓN

La imitación es un fenómeno de la psicología individual. Utilidad de investigar si tiene alguna influencia sobre la tasa social de suicidios.

I. Diferencia entre la imitación y otros muchos fenómenos con los que ha sido confundida. Definición de imitación.

II. Numerosos casos en los que los suicidios se contagian de individuo a individuo; distinción entre el hecho del contagio y las epidemias. No hemos explicado la posible influencia de la imitación sobre la tasa de suicidios.

III. Debemos estudiar esta influencia a través de la distribución geográfica de los suicidios. Criterios para reconocerla. Aplicación de este método al mapa de los suicidios franceses por distritos, al mapa por municipios de Seine-et-Marne, al mapa de Europa en general. Ningún rasgo visible de la imitación en la distribución geográfica. Experimentos por demostrar: ¿Aumenta el suicidio con el número de lectores de periódicos? Razones que inclinan a la opinión contraria.
IV. Razón que hace que la imitación no tenga efectos apreciables sobre la tasa de suicidios; no es un factor original, y sólo refuerza la acción de otros factores. Consecuencia práctica de este debate, no hay que prohibir la publicidad judicial. Consecuencia teórica: la imitación no tiene la eficacia social que se le ha atribuido.



LIBRO II
CAUSAS SOCIALES Y TIPOS SOCIALES

I. MÉTODO PARA DETERMINARLOS.

I. Utilidad de clasificar morfológicamente los tipos de suicidio para remontarse en seguida a sus causas; imposibilidad de esta clasificación. El único método viable consiste en clasificar los suicidios por sus causas. ¿Por qué es el mejor método para un estudio sociológico del suicidio?

II. ¿Cómo atajar estas causas? Los informes de las estadísticas sobre las presuntas razones de los suicidios: 1.º son sospechosas; 2.º no dan a conocer las verdaderas causas. El único método eficaz es investigar cómo varía la tasa de suicidios en virtud de las diversas concomitancias sociales.


II. EL SUICIDIO EGOÍSTA.

I. El suicidio y las religiones. Agravación general debida al protestantismo; inmunidad de los católicos, y, sobre todo, de los judíos.

II. La inmunidad de los católicos no procede del hecho de que sean una minoría en los países protestantes, sino de su menor individualismo religioso, a consecuencia de la mayor integración de la Iglesia católica. Cómo se aplica esta explicación a los judíos.

III. Comprobación de la explicación: 1°la inmunidad relativa de Inglaterra respecto a otros países protestantes, ligada a la mayor integración de la Iglesia anglicana; 2.º el individualismo religioso varía como la tendencia al saber; ahora bien, a) la afición por el saber es mucho más pronunciada entre los pueblos protestantes que entre los católicos; b) la afición por el saber varía como el suicidio, siempre que no refleje un avance del individualismo religioso. Cómo confirma la ley la excepción de los judíos.

IV. Consecuencias de este capítulo: 1° la ciencia es el remedio para ese mal cuyo síntoma es el aumento de los suicidios pero no su causa; 2°, si la sociedad religiosa inmuniza contra el suicidio es porque es una sociedad fuertemente integrada.


III. EL SUICIDIO EGOÍSTA (CONTINUACIÓN)

I.Inmunidad general de los casados calculada por Bertillon. Inconvenientes del método que ha tenido que emplear. Necesidad de aislar completamente la influencia de la edad y del estado civil. Cuadros en los que se ha efectuado esa separación. Leyes que se desprenden.

II. Explicación de esas leyes. El coeficiente de preservación de los esposos no guarda relación con la selección matrimonial. Pruebas: l.º razones a priori; 2.º razones de hecho sacadas: a) de las variaciones del coeficiente en las diversas edades; b) de la desigual inmunidad de la que gozan los cónyuges de ambos sexos. ¿Se debe esta inmunidad al matrimonio o a la familia? Razones contrarias a la primera hipótesis; 1.º comparación entre la situación estacionaria de la nupcialidad y el incremento de los suicidio; 2.º débil inmunidad de los esposos sin hijos; 3° agravación en las esposas sin hijos.

III. La ligera inmunidad de la que gozan los hombres casados sin hijos, ¿se debe a la selección conyugal? Prueba contraria obtenida de la agravación en las esposas sin hijos. Como explicar la persistencia parcial de ese coeficiente en el viudo sin hijos sin recurrir a la selección conyugal. Teoría general de la viudez.

IV. Cuadro resumen de los resultados precedentes. Es a la acción de la familia a la que se debe casi toda la inmunidad de los esposos y toda la de las esposas. Crece con la densidad de la familia, es decir, con su grado de integración.

V. El suicidio y las crisis políticas nacionales. Cómo la regresión es real y surge debido a que, en tiempos de crisis la integración es más fuerte.

VI. Conclusión general del capítulo. Relación directa entre el suicidio y el grado de integración de los grupos sociales, sean cuales fueren. Causa de esta relación; por qué y en qué condiciones necesita el individuo a la sociedad. Cómo evoluciona el suicidio cuando falta. Pruebas que confirman esta explicación. Constitución del suicidio egoísta


IV. EL SUICIDIO ALTRUÍSTA

I. El suicidio en las sociedades inferiores; caracteres que lo distinguen, opuestos a los del suicidio egoísta. Constitución del suicidio altruísta obligatorio. Otras formas de este tipo.

II. El suicidio en los ejércitos europeos; generalidad de la agravación que resulta del servicio militar. Es independiente del celibato y el alcoholismo. No se debe al al disgusto con el servicio. Pruebas: 1.º crece con la duración del servicio; 2.º es más fuerte en los voluntarios y en los reenganchados; 3.º en los oficiales y suboficiales, que en los simples soldados. Se debe al espíritu militar y al estado de altruísmo que implica. Pruebas que lo confirman. 1.º es tanto más fuerte cuanto menos inclinación tengan los pueblos hacia el suicidio egoísta; 2.º alcanza su máximo entre las tropas escogidas, 3° disminuye a medida que se desarrolla el suicidio egoísta.

III. Cómo justifican los resultados obtenidos el método empleado.


V. EL SUICIDIO ANÓMICO

I. El suicidio aumenta con las crisis económicas. Esta progresión se mantiene en las crisis de prosperidad; ejemplos de Prusia y de Italia. Las exposiciones universales. El suicidio y la riqueza.

II. Explicación de esta relación. El hombre no puede vivir más que si sus necesidades están en armonía con sus medios, lo que implica una limitación de estos últimos. Es la sociedad la que los limita; cómo se suele ejercer esta influencia moderadora. Cómo la obstaculizan las crisis; de ahí la irregularidad; anomia; suicidios. Confirmación obtenida a través de las relaciones entre el suicidio y la riqueza.

III. La anomia es crónica en el mundo económico actual. Suicidios que resultan de ella. Constitución del suicidio anómico.

IV. Suicidios debidos a la anomia conyugal. La viudez. El divorcio. Paralelismo entre los divorcios y los suicidios. Se debe a que la institución matrimonial actúa en sentido contrario sobre esposos y esposas; pruebas a favor. En qué consiste esta institución matrimonial. El debilitamiento de la disciplina matrimonial que implica el divorcio, agrava la tendencia al suicidio de los hombres y disminuye la de las mujeres. Razón de este antagonismo. Prueba que confirma de esta explicación. Concepción del matrimonio que se desprende de este capítulo.


VI. FORMAS INDIVIDUALES DE LOS DIFERENTES TIPOS DE SUICIDIOS

Utilidad y posibilidad de completar la clasificación etiológica anterior con una clasificación morfológica.

I. Formas fundamentales que adoptan las tres corrientes suicidógenas al encarnarse en los individuos. Formas mixtas que resultan de la combinación de esas formas básicas.

II. ¿Debemos tener en cuenta en esta clasificación la forma de muerte elegida? Cómo la elevación depende de causas sociales independientes de las que inclinan al suicidio que pertenecen a la presente investigación. Cuadro sinóptico de los diferentes tipos de suicidio.



LIBRO III
DEL SUICIDIO COMO FENÓMENO SOCIAL EN GENERAL

I. EL ELEMENTO SOCIAL DEL SUICIDIO

I. Resultados de lo anterior. Ausencia de relaciones entre la tasa de suicidios y los fenómenos cósmicos o biológicos. Relaciones definidas con los hechos sociales. La tasa social corresponde, pues, a una tendencia colectiva de la sociedad.

II. La constancia y la individualidad de ese porcentaje no puede explicarse de otro modo. Teoría explicativa de Quételet: el hombre medio. Refutación: la regularidad de los datos estadísticos se refleja incluso en datos que caen fuera del término medio. Necesidad de admitir la existencia de una fuerza o grupo de fuerzas colectivas, cuya intensidad expresa la tasa social de suicidios.

III. Lo que ha de entenderse por fuerza colectiva: una realidad exterior y superior al individuo. Exposición y examen de las objeciones planteadas a esta idea: 1.º un hecho social no puede trasmitirse más que por tradiciones individuales. Respuesta: el porcentaje de los suicidios no puede trasmitirse así. 2.º el individuo es lo único real de la sociedad. Respuesta: a) hasta objetos materiales, externos a los individuos, se convierten en hechos sociales y desempeñan un papel sui generis; b) los hechos sociales que no se objetivan, desbordan la conciencia individual. Su substrato son las conciencias individuales que forman una sociedad. Esta concepción no es ontológica.

IV. Aplicación de estas ideas al suicidio


II. RELACIONES DEL SUICIDIO CON LOS OTROS FENÓMENOS SOCIALES

Método paca determinar si el suicidio debe considerarse un hecho moral o inmoral

I. Exposición histórica de las disposiciones jurídicas o morales sobre el suicidio en diversas sociedades. Evolución continua de la reprobación de la que es objeto, salvo en épocas de decadencia. Razón de ser de esta reprobación que está más fundada que nunca en la constitución normal de las sociedades modernas.

II. Relaciones del suicidio con otras formas de inmoralidad. El suicidio y los atentados contra la propiedad; ausencia de toda relación. El suicidio y el homicidio; teoría según la cual ambos constituyen un mismo estado orgánico-psíquico dependiente, sin embargo, de condiciones sociales antagónicas.

III. Discusión de la primera parte de la proposición. Cómo al sexo, la edad y la temperatura, no actúan del mismo modo sobre ambos fenómenos.

IV. Discusión de la segunda parte. Cuando no hay antagonismo. Casos más numerosos, donde sí aparece. Explicación de estas aparentes contradicciones; existencia de diferentes tipos de suicidio, unos excluyen al homicidio y otros dependen de las mismas condiciones sociales. Naturaleza de esos tipos; por qué los primeros son hoy más numerosos que los segundos. Cómo aclara lo anterior la cuestión de las relaciones históricas entre el egoísmo y el altruismo


III. CONSECUENCIAS PRÁCTICAS

I. La solución del problema práctico varía según se atribuya al estado actual del suicidio un carácter normal o anormal. Cómo plantear la cuestión a pesar de la naturaleza inmoral del suicidio. Razones para creer que la existencia de un porcentaje moderado de suicidios no tiene nada de patológico. Razones para creer que el porcentaje actual entre los pueblos europeos, es síntoma de un estado patológico.

II. Medios propuestos para conjurar el mal: 1.º medidas represivas. Cuáles serían posibles. Por qué sólo podrán tendrán una eficacia limitada; 2° la educación. No puede reformar el estado moral de la sociedad, porque no es más que su reflejo. Necesidad de atacar a las causas mismas de las corrientes suicidógenas; siempre se puede desdeñar el suicidio altruísta, cuyo estado no tiene nada de anormal. Remedio contra el suicidio egoísta: dar mayor cohesión a los gruposen los que se encuadra el individuo. ¿Cuáles son los más apropiados para esta misión? No es la sociedad política que demasiado alejada del individuo, ni la sociedad religiosa que no lo socializa más que quitándole la libertad de pensar, ni la familia que tiende a reducirse a la pareja conyugal. Los suicidios de los casados evolucionan como los de los solteros.

III. Del grupo profesional. Porqué es el único capaz de cumplir esta función. Qué debe llegar a ser para ello. Cómo puede erigirse en un medio moral. Cómo puede frenar el suicidio anómico. Casos de la anomia conyugal. Posición antinómica del problema: el antagonismo entre ambos sexos. Formas de remediarlo.

IV. Conclusión. El estado actual del suicidio, es un indicio de miseria moral. Qué ha de entenderse por una afección moral de la sociedad. Cómo surge la reforma propuesta del conjunto de nuestra evolución histórica. Desaparición de todos los grupos sociales intermedios entre el individuo y el Estado; necesidad de reconstituirlos. La descentralización profesional, opuesta a la descentralización territorial, es la base necesaria de la reorganización social. Importancia de la cuestión del suicidio; su relación con los mayores problemas prácticos del momento actual.

Una de las principales tesis que Émile Durkheim (1858-1917) defendía es que la realidad de la sociedad es algo separado de la realidad de los individuos, lo que motivó acusaciones de ensalzar a la sociedad como una entidad mítica superior al individuo y la asociación de su nombre con ideologías totalitarias. Una lectura atenta de El Suicidio, obra clásica dentro del campo de la sociología, pone en claro la injusticia de estas críticas, y que las desviaciones filosóficas en que incurrió son de menor importancia comparadas con la estimulante claridad de su visión teorética y con la minuciosidad de sus investigaciones empíricas.
Émile Durkheim, dentro del circunscrito marco de referencia de los grandes maestros de la ciencia social junto a Max Weber y Karl Marx, ha sido uno de los que más ha contribuido a configurar esta disciplina como ciencia, delimitando rigurosamente su objeto específico y sus métodos propios.

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