La violencia de género ha adotado múltiples formas a lo largo de la historia, unas más visibles que otras. Las menos visibles han sido, a menudo, las más insidiosas por actuar bajo diversos ropajes que la han ocultado, envolviéndolaen discursos de distinta índole, científica, moral psicológica o artística, activamente operantes en el seno de la cultura.
La literatura, el arte, el cine, la publicidad, los videojuegos y los medios de comunicació , en general, son íntimamente persuasivos por la seducciónde sus representaciones y por la incesante circulación de los modelos que proponen.