En los años noventa, el dominical El Semanal encargó al viajero inglés Percy Hopewell varias crónicas sobre las costumbres, el folclore y la riqueza cultural de nuestro país. Lo que en un principio iba a ser media docena de reportajes, acabaron convirtiéndose en más de cincuenta. Desde el primero de ellos, los lectores se vieron atrpados por su ironía, desenfado y las divertidas excentricidades que amenizaron durante más de dos años a millones de seguidores que convirtieron El viajero impertinente una de las secciones más leídas de la prensa nacional. Este volumen recupero los mejores trabajos de Hopewell por el laberinto español.