Enrique IV, nacido en Valladolid el día de Reyes de 1425 y muerto en Madrid el 12 de diciembre de 1474, comenzó su reinado el 23 de julio de 1454. Sobre su nacimiento, vida y muerte no se pusieron de acuerdo los cronistas de la época, a los que debemos los relatos y las invenciones sobre la capacidad sexual del monarca, que son, ante todo, armas políticas empleadas para justificar o negar validez a los derechos de Juana, su hija, o a los de Isabel -la Católica-, su hermanastra.