Escalera 12 disecciona la experiencia de la pérdida y transita entre la búsqueda y la exploración hasta alcanzar un suelo firme en el que volver a posar sus pasos. Con una poesía de línea clara y un marcado acento en lo cotidiano, Manuel Sastre indaga desde distintos prismas acerca del paso del tiempo y el peso de la memoria. Si, como dijo Rilke, la verdadera patria del hombre es la infancia, Escalera 12 constituye, siempre con el mar Cantábrico como telón de fondo, un velado homenaje a la raíz que anida en todos nosotros.