Esmeralda, hija del marqués de Casimba, único aristócrata negro de España, sufre un intento de asesinato en el yate en el que navega por aguas de Formentera del que logra escapar a nado, llegando desnuda a una playa de Ibiza donde consigue ponerse en contacto con una antigua novia de su padre, metida en turbios asuntos, a la que confiesa la verdadera causa de lo sucedido: la relación sadomasoquista que mantiene con su «cerdito», el ministro del Interior, perteneciente a un partido conservador. Azahar Wiegand, exnovia del marqués de Casimba, le recomienda que recurra en secreto a la agencia de detectives Sherlock y Parcero. Ambos investigadores deberán enfrentarse al comando de policías corruptos que el ministro del Interior ha enviado para callarla y recuperar, así, el material audiovisual amenazador que esconde Esmeralda. Cuando el asunto parece concluido, la trama da un giro trascendental capaz de llevar a Esmeralda al límite de sus posibilidades.