Un motivo central del rechazo a la migración, especialmente aquellaque procede de países musulmanes, es la suposición de que, en elámbito sexual, las personas migrantes resultan en general peligrosas y poseen una mentalidad retrógrada. Frente a ello, el discursodominante contrapone una especie de supremacismo culturalsexual deoccidente; un excepcionalismo sexual occidental.
GabrieleDietze nos muestra que esta caracterización político-sexual de laspersonas migrantes es una estrategia que alimenta una ?política delmiedo?, y que allana el terreno a un discurso etno-nacionalista yxenófobo. Así, analiza cómo las diferentes ultraderechas o derechasextremas (y no solo) utilizan las cuestiones de género para generarodio y rechazo al extranjero, muchas veces por medio de auténticosejercicios de funambulismo que tratan de conjugar su antifeminismolocal con su crítica al patriarcado foráneo.