Algunas de las etapas más significativas de la historia cristiana han estado marcadas por la celebración de grandes asambleas conciliares. De hecho, los concilios han determinado la vida de la gran Iglesia y por lo general han despertado un enorme interés en el pueblo llano, a pesar de que su participación ha sido normalmente externa y marginal. Los trabajos conciliares y las vicisitudes de la fase posconciliar han engendrado casi siempre expectativas, esperanzas y compromisos entre los cristianos de toda condición. A lo largo de este volumen se analizan los concilios ecuménicos desde su desarrollo interno, pero sin olvidar su contexto, su recepción y su aplicación. Página tras página el lector se acerca a la diversidad de los planteamientos que afectan a la doctrina y las costumbres, la pastoral y la participación de los cristianos en la marcha de la Iglesia. No se eluden, por otra parte, ni los temas conflictivos ni la urgencia de la fidelidad al espíritu de Jesús. Los cuatro primeros concilios se estudian teniendo muy en cuenta la relación dialéctica de la fe con la cultura clásica; los concilios medieval