Mientras que el inicio del siglo XX vio cómo fl orecían numerosos pensadores que trataban de que el Islam evolucionara hasta ser compatible con el progreso de la sociedad, el fi nal del siglo XX supuso una notable regresión. Conciliar el Islam, la doctrina, y los conceptos modernos del Derecho y del Estado es condición necesaria para que puedan hacerse realidad como Estados musulmanes democráticos y respetuosos con los derechos humanos y las libertades públicas y privadas. No podrán existir si las tesis que propugnan los pensadores progresistas musulmanes no triunfan sobre las interpretaciones tradicionales y arcaicas que impiden que estas sociedades avancen. Al comienzo del siglo XXI estas siguen siendo cuestiones presentes en las sociedades islámicas, como ponen de manifi esto los cambios que se están produciendo en ellas. El autor, fallecido en 2008, no ha podido ver los cambios que se suceden en el mundo árabe actualmente, y de los que él es en cierto modo uno de sus promotores
