Desde que en 2003 publicásemos el primer monográfico sobre educación patrimonial en esta misma editorial, hemos articulado un modelo de educación patrimonial centrado en la noción de vínculo que, a su vez, sitúa como elemento esencial del concepto de patrimonio la dimensión humana, a las personas, en definitiva. Desde este enfoque hemos ido superando la noción de patrimonio como bien cultural, para aproximarnos a una concepción relacional, mucho más compleja ?pero, al tiempo, realista?, que entiende el patrimonio como la relación entre los bienes culturales y las personas o comunidades; precisamente, cuando estas atribuyen valor a esos bienes culturales, hacen que el patrimonio tome su sentido completo, verdadero. Esa proyección de valores genera un vínculo identitario que nos permite hablar de patrimonio de facto. La educación patrimonial entendida desde el enfoque centrado en los vínculos permite que transitemos desde patrimonios potenciales (cuando aún no tenemos ningún tipo de relación establecida con ellos) a patrimonios efectivos.
Este libro ahonda en el enfoque de los vínculos y, para ello, profund