Nadie puede decirnos quiénes somos realmente, pero todos buscamos una definición que venga de fuera.
La magia de ser tú mismo es la respuesta que hallamos cuando empezamos a buscarnos y no encontramos objetividad, sino subjetividad... y este hallazgo es como una bendición, un éxtasis, que permite que dejemos de buscar el camino hacia el paraiso «fuera».
Parte de nuestra experiencia cotidiana está moldeada por la religión y los condicionantes sociales, y ni siquiera somos conscientes de ello. Osho nos explica que constantemente están limando la singular naturaleza con la que cada uno de nosotros ha nacido. Esta única y original naturaleza es reemplazada por el falso yo, que toma las riendas y el control de nuestra creatividad, de lo que significa para nosotros tener éxito, de nuestras relaciones y de las experiencias personales que nos definen.