La historia comienza con los disparos que en medio de la noche da un padre alcoholizado, enloquecido por el odio. El narrador sufrió entonces su primer ataque de epilepsia. Lo que sigue es un relatod de formación, en el que no dejan de cumplirse los tránsitos de la infancia a la adolescencia, de la adolescencia a la juventud, y de la juventud al despuntar de la madurez, con las sucesivas revelaciones de la soledad, de la amistad, del sexo, del amor.