Francisco José Azorín durante su estancia en Benarés (India), ciudad sagrada y de peregrinaje para el hinduismo, estudia filosofía india en la Universidad de Benarés (BHU), cuando siente el deseo de plasmar sus impresiones sobre aquel vasto país fijando su mirada en los pequeños detalles de la vida, en las acciones cotidianas de esta ciudad a la orilla del Ganges.
El resultado es una serie de poemas breves plasmados en esta existencialista obra. Una vez los versos tomaron forma, el artista zamorano Juan Barrero se imbuye en las estrofas para reflejar una realidad de tinta sobre un universo de acuarela de color. Son los propios poemas los que guían el trazo del ilustrador que refleja las particularidades de una tierra extraordinaria y exótica.