En 2004, la obra de Michel Onfray titulada La comunidad filosófica proponía una organización conceptual, de forma semejante a un Jardín de Epicuro, destinada a conjurar el nihilismo de nuestros tiempos posmodernos con la ayuda de lugares de reflexión alternativos a la brutalidad del movimiento liberal planetario. Se agregaban a esta proposición algunos desarrollos sobre el carácter concreto - aunque filosófico - de la Universidad Popular creada en 2002 en Caen, en la Baja Normandía, provincia natal del autor.
El encuentro, muy similar a un flechazo intelectual, de Michel Onfray con el trabajo libertario del arquitecto Patrick Bouchain amplió la comunidad a una nueva dimensión, también conceptual y concreta, puesto que se trata de dar una consistencia material a la Universidad Popular y de echar las bases de un nuevo objeto filosófico y arquitectónico que haga realidad el proyecto.