En esta ocasión, Helena, la esposa de Falco, pierde un hijo en el parto, y esto la aboca en una amarga depresión, al mismo tiempo muere el padre de Falco, célebre por sus chanchullos y su vida disipada, dejando muchas dudas acerca de dónde irá a parar su fortuna y bienes, augurando una disputa familiar. En un arranque insólito, durante las honras fúnebres, Falco decide que abuelo y nieto compartan la ceremonia, fusionando simbólicamente de este modo la tragedia y la comedia.