?Juan Ginés de Sepúlveda no creyó en el destino sino en el libre albedrío: la trayectoria vital de cada uno y la preparación para la eternidad dependen de los propios empeños, de la fuerza de su voluntad. Pero o el destino, o la conducta que siguió mientras vivía, forjaron para él y su obra las mayores ofensas que pueden infligirse a un creador, que son la tergiversación y el olvido.?
CONDICIÓN: NUEVO