En La historia del mal nombre continua la saga que Elena Ferrante dedica a la ciudad de Nápoles y a la historia de Italia en el siglo XX. Lila, hija de un zapatero, escoge la vía de la escalada social y al final de La amiga estupenda la encontrábamos casada con el charcutero del barrio, hijo de un conocido usurero. Nanú, en cambio, se dedica a estudiar. La historia prosigue en este segundo volumen hasta llegar a los años sesenta, y en las primeras páginas de La historia del mal nombre vemos a Nanú abriendo unos cuadernos de notas donde Lila cuenta la verdad de la convivencia con su marido y su tormentosa relación con la mafia de la ciudad y los grupos neofascistas