Julián Marías escribió este breve ensayo para vencer a la guerra, para advertir contra el gran peligro que pudiese suponer una nueva falsificación. No podemos olvidarla -clamaba-, porque eso nos expondría a repetirla.
Entre 1936 y 1939 los españoles se dedicaron a hacer la guerra, a intentar ganar la guerra; desde esta última fecha malversaron lo que habían conseguido, no supieron edificar adecuadamente la paz. Ésta es nuestra empresa: darnos cuenta de que necesitamos vencer a la guerra, curarnos, sin recaída posible, de esa locura biográfica, es decir, social, que nos acometío hace algo más de cuarenta años, cuya amenza ha sido tan hábilmente aprovechada para paralizarnos, para frenar el ejercicio de nuestra libertad histórica, la plena posesión de nuestro tiempo, la busca y aceptación de nuestro destino.