Si las recetas ofrecidas como infalibles no funcionan, hay que obligarse a repensar la causa de los problemas. Ante la sobreabundancia de soluciones mágicas y el simultáneo empeoramiento de todos los indicadores ecológicos, quienes verdaderamente se comprometen con el medio ambiente deben preguntarse "en qué estamos fallando". Para Sergio Federovisky, parafraseando aquello de que no hay buenas respuestas sino excelentes preguntas, una explicación posible es que las recetas estén mal formuladas. Y que se estén repitiendo de modo acrítico consignas vacías que no conducen siquiera a atemperar el marasmo expresado en ríos contaminados, calentamiento global irrefrenable o pérdida insoportable de ecosistemas. Desarrollo sostenible, basura cero, minería sustentable y varias otras fórmulas semánticas, se han convertido -para el autor- en mitos verdes, que esconden mentiras, falsas verdades, lugares comunes o simplemente frases de buena voluntad que ocultan los motivos reales de la falta de solución a los problemas ambientales.