Aunque pertenecía por edad a la denominada generación del 98, IsidoroAcevedo se estrenó como novelista social cuando la generación del«Nuevo romanticismo» (la otra generación del 27) decidió sustituir la«literatura de vanguardia» por la «literatura de avanzada», comoconsecuencia del alto grado de conciencia histórica alcanzado por losintelectuales de entreguerras. Los Topos. La Novela de la mina,publicada en la encrucijada del año 1930, es una de las obras másrepresentativas de la novela social de este periodo en su vertienteobrerista: un testimonio fehaciente de la emergencia del proletariadoen tanto que clase protagonista de la historia. «Uno de los dirigentes más prestigiosos del Partido Socialista en Asturias, pasado luego alcomunista, Acevedo dedica esta novela a los mineros de la cuencanorteña, declarando que si con ella puede contribuir en algo almejoramiento de sus vidas, se dará por satisfecho» (Víctor Fuentes).«Lo antedicho no invalida en modo algún que cuando Acevedo escribe Los topos nos deje un estupendo documento de la difícil huelga minera enla Asturias de 1927, que como historiador nos apasio